Podemos entender que cualquier fenómeno que dificulte, obstaculice o impida la interacción entre el emisor y el receptor durante el proceso comunicativo es un problema para lograr una conducta comunicativa eficaz y satisfactoria.
Si analizamos el proceso de comunicación, podemos deducir que estos problemas pueden tener su origen básicamente en el emisor, en el canal, en el mensaje o en el receptor.